La interacción de los niños pequeños con la resolución de problemas, el lenguaje y las habilidades socioemocionales se ve facilitada por las interacciones con sus padres y familiares.
Las familias tienen el impacto más directo y duradero en el aprendizaje de los niños y el desarrollo de la competencia social. Cuando las familias se involucran, los niños y niñas exhiben actitudes y comportamientos más positivos y se sienten más cómodos en los nuevos entornos.
Según Landry SH (2001) Existe cierta evidencia de que el mecanismo por el cual la capacidad de respuesta de un niño o niña ante las dificultades está directamente relacionada con el desarrollo de un niño y la influencia de la familia. Además, de su consistencia dependerá el desarrollo de su infancia
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